Opción de Veracruz Virtual
Xalapa, Veracruz
Por contribuir al manejo forestal sustentable y conservar la biodiversidad, la Comisión Nacional Forestal (CONAFOR) informó que las tendencias mundiales están enfocando su atención hacia el manejo del fuego, como una alternativa ante el cambio climático y el crecimiento poblacional.
Durante el taller dirigido a comunicadores sobre la supresión y manejo del fuego, el coordinador de Incendios Forestales en la Gerencia Regional Golfo Centro, Julio Soto Domínguez, señaló que el fuego es considerado un factor importante en el desarrollo evolutivo de los ecosistemas.
Comentó que en algunos ha estado presente durante siglos, provocando que las especies desarrollen adaptaciones al grado de resistir e incluso aprovechar la presencia del fuego. “Por ello es necesario fortalecer políticas, estrategias, planes, programas y proyectos, tanto nacionales como regionales, sobre su manejo”.
Al respecto, indicó que el gobierno federal, a través del ProÁrbol, destinó este año cerca de 2 millones de pesos para la apertura y rehabilitación de brechas cortafuego, la construcción de líneas negras, el equipamiento de brigadas voluntarias y el esquema de manejo de fuego.
Reveló que tan sólo en el año 2009, más de 5 mil brigadistas, institucionales y voluntarios, combatieron 249 incendios forestales que afectaron 2 mil 759 hectáreas en el estado de Veracruz, de las cuales el 98% corresponde a pastizales y sólo el 2% a vegetación arbórea.
El funcionario federal destacó que la causa principal de estas conflagraciones son las actividades agropecuarias, por ello reiteró la necesidad de conocer las herramientas para realizar un buen manejo del fuego.
Agregó que ecólogos y conservacionistas consideran que los regímenes alterados de fuego son una amenaza de gran importancia para el manejo forestal y la conservación de la biodiversidad. Sostienen que si no se les presta la debida atención, los incendios, o incluso la falta de fuego, tienen el potencial de deshacer el progreso logrado en décadas de esfuerzo de conservación y desarrollo forestal sustentable.
Ante ello, dijo que las políticas públicas deben considerar, en sus líneas de acción, las dos caras del fuego desde la perspectiva ambiental, social y económica, así como la respuesta que tienen los ecosistemas a la presencia del fuego.
No obstante, Soto Domínguez comentó que el tránsito hacia el manejo del fuego es un proceso arduo de corto, mediano y largo plazo que implica el desarrollo de capacidades técnicas para implementarlo y mantenerlo.
En este contexto, recalcó que la participación de las comunidades rurales en la solución del problema de incendios forestales en ecosistemas adaptados y en ecosistemas sensibles al fuego, es una necesidad imperativa.
Datos generales
• De la superficie total del país, 139.7 millones de hectáreas cuenta con algún tipo de cubierta vegetal.
• Un poco más del 50% de la superficie forestal corresponde a ecosistemas adaptados al fuego.
• Casi el 36% de la superficie forestal corresponde a ecosistemas sensibles al fuego.
• Se mantiene en 30 ha el promedio histórico de superficie afectada por incendio.
• Se calcula que cada año se evita la emisión de 62 millones de toneladas de contaminantes a la atmósfera.
• Se estima que por cada peso invertido en protección se ha logrado prevenir la pérdida de 166 pesos.
Desventajas del combate
• El combate ha sido tan eficaz que la sociedad ha perdido la noción del fuego como una herramienta útil.
• La restricción del fuego ha permitido la acumulación de vegetación muerta, que se convierte en combustible para incendios más intensos en años secos.
• Se esperan incendios más dañinos.
• Las personas utilizan históricamente las quemas para preparación de terrenos agrícolas, la cuales constituyen el principal elemento de riesgo para incendios forestales.
• Existe aún poco involucramiento de las entidades municipales y de algunos estados del país.
Xalapa, Veracruz
Por contribuir al manejo forestal sustentable y conservar la biodiversidad, la Comisión Nacional Forestal (CONAFOR) informó que las tendencias mundiales están enfocando su atención hacia el manejo del fuego, como una alternativa ante el cambio climático y el crecimiento poblacional.Durante el taller dirigido a comunicadores sobre la supresión y manejo del fuego, el coordinador de Incendios Forestales en la Gerencia Regional Golfo Centro, Julio Soto Domínguez, señaló que el fuego es considerado un factor importante en el desarrollo evolutivo de los ecosistemas.
Comentó que en algunos ha estado presente durante siglos, provocando que las especies desarrollen adaptaciones al grado de resistir e incluso aprovechar la presencia del fuego. “Por ello es necesario fortalecer políticas, estrategias, planes, programas y proyectos, tanto nacionales como regionales, sobre su manejo”.
Al respecto, indicó que el gobierno federal, a través del ProÁrbol, destinó este año cerca de 2 millones de pesos para la apertura y rehabilitación de brechas cortafuego, la construcción de líneas negras, el equipamiento de brigadas voluntarias y el esquema de manejo de fuego.
Reveló que tan sólo en el año 2009, más de 5 mil brigadistas, institucionales y voluntarios, combatieron 249 incendios forestales que afectaron 2 mil 759 hectáreas en el estado de Veracruz, de las cuales el 98% corresponde a pastizales y sólo el 2% a vegetación arbórea.
El funcionario federal destacó que la causa principal de estas conflagraciones son las actividades agropecuarias, por ello reiteró la necesidad de conocer las herramientas para realizar un buen manejo del fuego.
Agregó que ecólogos y conservacionistas consideran que los regímenes alterados de fuego son una amenaza de gran importancia para el manejo forestal y la conservación de la biodiversidad. Sostienen que si no se les presta la debida atención, los incendios, o incluso la falta de fuego, tienen el potencial de deshacer el progreso logrado en décadas de esfuerzo de conservación y desarrollo forestal sustentable.
Ante ello, dijo que las políticas públicas deben considerar, en sus líneas de acción, las dos caras del fuego desde la perspectiva ambiental, social y económica, así como la respuesta que tienen los ecosistemas a la presencia del fuego.
No obstante, Soto Domínguez comentó que el tránsito hacia el manejo del fuego es un proceso arduo de corto, mediano y largo plazo que implica el desarrollo de capacidades técnicas para implementarlo y mantenerlo.
En este contexto, recalcó que la participación de las comunidades rurales en la solución del problema de incendios forestales en ecosistemas adaptados y en ecosistemas sensibles al fuego, es una necesidad imperativa.
Datos generales
• De la superficie total del país, 139.7 millones de hectáreas cuenta con algún tipo de cubierta vegetal.
• Un poco más del 50% de la superficie forestal corresponde a ecosistemas adaptados al fuego.
• Casi el 36% de la superficie forestal corresponde a ecosistemas sensibles al fuego.
• Se mantiene en 30 ha el promedio histórico de superficie afectada por incendio.
• Se calcula que cada año se evita la emisión de 62 millones de toneladas de contaminantes a la atmósfera.
• Se estima que por cada peso invertido en protección se ha logrado prevenir la pérdida de 166 pesos.
Desventajas del combate
• El combate ha sido tan eficaz que la sociedad ha perdido la noción del fuego como una herramienta útil.
• La restricción del fuego ha permitido la acumulación de vegetación muerta, que se convierte en combustible para incendios más intensos en años secos.
• Se esperan incendios más dañinos.
• Las personas utilizan históricamente las quemas para preparación de terrenos agrícolas, la cuales constituyen el principal elemento de riesgo para incendios forestales.
• Existe aún poco involucramiento de las entidades municipales y de algunos estados del país.
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